Vuelta a la casi-normalidad.

Hola chicas,

Qué tal han ido las vacaciones???

Las mías movidas, pero bien, aunque no se han terminado del todo todavía. Ahora os cuento.

Cómo os contaba, el lunes 12 de agosto me fuí a casa de mi madre para estar con mis peques, y se revolucionaron de tal manera que mi madre ya me ha dicho que para el año que viene prohibido ir yo a pasar unos dias con ellos. Cuando vaya tiene que ser para recogerlos o sino no se los queda... Con lo que se les echa de menos, aunque si lo miro por el lado positivo, podré "ordenar y limpiar" la casa. Y porque no, coser... jejeje

Ese viernes cuando mi marido terminó de trabajar cogió el coche y vino para allá Alfarràs (Lleida), y a la mañana siguiente bien temprano cogimos el coche y para el otro pueblo, el de mi suegro, Villafranca del Bierzo (León).

Han sido unos días de estar con la família y desconectar del mundo tecnológico, pues aunque llevaba el móvil, se me hace imposible leer nada del blog en él, así que sólo me he WhatsAppeando con mis amigas... y solo lo justo. En breve me voy a pasar por vuestras casitas a saludaros, tranquilas.

De las vacaciones poco decir, casi no hemos salido del pueblo, pues en la casa teníamos a un bebé de aun no un mes, Laia, mi sobrina pequeña y mi ahijada (no veáis la ilusión que me hace). Y claro, al no poder ir todos pues ya no nos movíamos casi. Sólo ir al parque, al río, a las piscinas de Carracedelo (si sois de la zona os lo recomiendo, son fantásticas para los peques, tienen dos toboganes grandes y tres infantiles y los niños se lo pasan genial), ir a la compra e ir a tomar algo ha sido lo habitual de estos días.

Pero como excepción hemos tenido dos momentos sonados...

El primero fué un concierto. Resulta que un día de vuelta a casa después de tomar unos mostos en la plaza del pueblo me fijé en un cartel del Villarock que se hacía el fin de semana del 24 de agosto en Villafranca del Bierzo, y me fijé que el sábado era el día álgido, pues el grupo estrella era la Unión. Que recuerdos por Diós... yo la verdad es que en esto de música soy un poco patata, pues aunque me suenan casi todas las canciones me cuesta mucho asociarlas a sus dueños. Eso es lo que me pasaba con la Unión, yo sabía que en mi época era un grupo que sonaba mucho y que tenían muchas canciones conocidas y que me gustaban un montón pero no sabía decir ni una... y digo sabía porque después del concierto (al que por supuesto fuimos) alguna ya me suena.

Pero qué deciros del concierto... los primeros 10 minutos supusieron para mí un trauma... por diversos motivos que ahora no vienen al caso ya que al llegar con dos grupos y no encontrarnos, al final acabamos delante del escenario. Al ver salir al escenario al grupo supuso un chock para mí, pues en mi mente tenía la visión de los grupos de aquella época chicos jovencitos... que ahora pasan de los 50ytantos. Encima con las primeras canciones las ondas de la música resonaban tanto que nos tuvimos que echar para atrás.

Las primeras tres canciones no me sonaron de nada... y encima música chumba-chumba, vaya, electrónica o comosellame, lo que se lleva ahora, o de "pots i cassoles" cómo decía mi madre. Pero luego empezaron a sonarme, sacaron todo su repertorio de temas conocidos... pero (y ahí fué la desilusión) todas reversionadas con fondo chumba-chumba. En general estuvo bien, pues salimos de casa, hicimos algo todos los primos juntos y sin niños y recordamos viejos tiempos, pero chicas a mi parecer la cagaron, porque si me gusta una versión me cuesta mucho que me gusta alguna versión posterior que escuche...

Y el segundo momento fué un día de picnic. Primero nos fuimos al parque do pasatempo en Betanzos (Galicia). Resulta que un compañero del trabajo de mi marido le comentó que en Betanzos había un parque que para los niños mayores de 4 años se lo tenían que pasar bomba... qué razón tenía.

Nos fuimos los cuatro con la prima de mi marido, sus niños y su madre, y qué bien lo pasamos, fué un día ideal...

La primera parada fué Betanzos. El parque en sí es grandecito la lástima es que está muy descuidado. Hay una zona de juegos infantiles bastante grande, luego un estanque con patos y cisnes, un laberinto pequeñito (imposible perderse) y luego está la zona de arriba. Hay una serie de cuevas que conectan unas con otras con pasadizos que los niños recorrieron nosecuantasveces, un estanque donde antiguamente (a principios de siglo pasado hablia barcas, y ahora no se puede ni entrar), y multitud de rinconcitos preciosos.

Depués fuimos al centro del pueblo a tomar algo y después cogimos el coche hacia Pontodeume a la playita. Al llegar allí pusimos los bártulos y comimos de picnic todo lo que quisimos y más: tortilla de patatas, ensalada de tomate, carne empanada, queso, fruta y petits de chocolate para los peques. Después de recoger todo, dejarlo en el coche y ponernos los bañadores en el coche y como pudimos nos dirigimos a la playa.

Qué preciosidad de playa, la arena super fina, las vistas geniales y el tiempo ideal. Cómo la mañana habia empezado no muy calurosa (15 grados a las 10) no había mucha gente y pudimos estar a nuestras anchas. Los niños lo pasaron en grande, cogiendo conchas, bañándose los más valientes (Núria casi forzada), y revolcándose en la arena... y cómo muestra un botón, os voy a enseñar una foto de mis niños rebozados, juzgad vosotras mismas.

Niños rebozados en medio de una lucha greco-romana

Sobre las 7 recogimos bártulos, y después de ducharnos y vestirnos un poco decentemente les compramos un helado a los 4 peques porque se habían portado genial... sólo os digo que Núria, mi niña, escogió uno de chocolate y ahí lo dejo a vuestra imaginación... seguro que no falláis mucho.

La vuelta a casa fué tranquila, pues antes de los 10 minutos de coche ya dormían los dos como benditos. Yo aproveché (igual que a la ida) a avanzar en el CivilWar y cabe decir que terminé la primera entrega durante el viaje y empecé la segunda. La verdad es que no se avanza lo mismo, pues aunque la carretera no tenga baches se nota el viento y demás, pero al menos he encontrado la forma de no aburrirme en los trayectos en coche que no conduzco yo.

Y luego vino la vuelta, y por una vez me moría de ganas de volver... pues cómo ni mi marido ni mis niños no empiezan hasta el día 12 y se querían quedar continuando las vacaciones me tuve que volver sola... (nótesen mis nervios) pues aunque yo estaba encantada con la idea de estar sola en casa durante una semana os puedo decir que una semana se pasa volando y más si tienes que conducir 950 kilómetros para volver a casa y lo tienes que hacer tu sola.

Salí a las 9:15 y llegué a las 6:30, casi 8 horas de viaje... eso sí parando casi cada 2 horas para que los líquidos fluyeran, pues en cada parada iba al baño y luego me compraba una coca-cola. Y así pasé la tarde-noche, estaba tan excitada que no podía pegar ojo...

Pero no hay nada que no lo cure un domingo de remolonear en la cama y pasar la tarte viendo pelis chorras en la tele, al menos en mi imaginación así me imaginaba el día siguiente.

Pero no fué así, primero me despertó el teléfono a las 11:30, después vino un amigo a comer a casa, mientras le esperaba deshací alguna maleta. Después fuimos a ver a mi amiga para vernos y comentar las vacaciones, a la vuelta acabé con las maletas, cené y cómo estaba tan cansada me tiré en el sofá por fin!!!!

Bueno chicas, mañana os muestro lo que he estado haciendo este verano, porque aparte de terminar todos los bordados del SAL de Sonieta he terminado con la segunda entrega del SAL del Civil War, he terminado un detallito para mi amiga en el día de su Santo y que hasta la semana que viene no os voy a poder mostrar, y ahora estoy con los bloques de patch del SAL de Sonieta de los que ya tengo 4 hechos.

Dudo que pueda hacer mucho más, pues mi comedor necesita urgentemente una ordenación a fondo y tengo que aprovechar estos días que no está la tropa para hacerlo, pues el sábado cada cuál dormirá en su cama.

Besos a todas y sed felices lo que queda del verano...

AryaForel

desde patchmientrasduermen.blogspot.com